Miami, una ciudad célebre por su vibrante escena culinaria y su inagotable energía, acoge una nueva joya en su corona gastronómica: Salty Flame. Ubicado en el corazón de Brickell, este innovador steakhouse fusiona sabores audaces y técnicas de cocina asiáticas, prometiendo a los comensales una experiencia que redefine lo convencional.
Jamil Dib, co-fundador y propietario de V&E Hospitality, la fuerza detrás de esta aventura, comparte que la inspiración detrás de Salty Flame nace de un deseo de “constituir un steakhouse diferente, de alta calidad con precios asequibles y que conectara con nuevas generaciones”. El resultado es una propuesta culinaria que es tanto un homenaje a la tradición como una osada incursión en lo novedoso.
“Salty Flame es mucho más que un nombre, es un viaje sensorial”, afirma Dib. La elección de este nombre no es casual; representa la esencia de su propuesta gastronómica: una fusión de ‘salado’ y ‘llama’ que invita a los comensales a sumergirse en una atmósfera donde cada plato cuenta una historia, donde los sabores ahumados y sazonados son protagonistas.
El menú de Salty Flame
El menú, una cuidadosa selección de platos que Dib describe como “divertido, único e innovador”, incluye joyas culinarias como el Rib Eye Crown y el Spicy Tuna Pocket, asegurando que cada visita sea una exploración de sabores inolvidables. “Probamos infinitas combinaciones y nos fuimos hacia lo asiático, sumándole un toque mágico dentro de nuestro steakhouse, Salty Flame”, comparte el co-fundador.
Más allá de la comida, Salty Flame promete ser un espacio donde la música y el ambiente juegan un papel tan crucial como los platos. “Es un restaurante con un diseño muy divertido, donde lo vintage se encuentra con lo moderno”, revela Dib. Desde la barra central de cócteles hasta la butaca del DJ, cada detalle ha sido pensado para crear un espectáculo visual y auditivo que complementa la experiencia culinaria.
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