Se trató de un homenaje para una persona muy cercana a su carrera. Desde hace unos meses se anunció que Rihanna sería la encargada de hacer el Half Time show del Super Bowl. Las expectativas estaban al máximo entre los fanáticos, tras su regreso a los escenarios después de siete años de su último concierto, para actuar en el evento deportivo más esperado de Estados Unidos.
La intérprete originaria de Barbados realizó un show de altura, en el sentido literal de la palabra. Para ser más precisos, Rihanna se elevó en el escenario en una de las plataformas voladoras que tuvo el espectáculo, vestida completamente de rojo.
El regreso de la intérprete de «Umbrella» en el show de medio tiempo del Super Tazón fascinó tanto admiradores como amantes de la moda. Una ocasión que también aprovechó para anunciar al mundo entero la dulce espera de su segundo hijo con el rapero A$AP Rocky.
Rihanna se convirtió de esta manera en la primera mujer embarazada en actuar en el evento deportivo al presumir su baby bump con un outfit monocromático de color rojo. El favorecedor traje ajustado diseñado por Jonathan Anderson, director creativo de la marca española Loewe, se sumaba con un corsé de cuero esculpido en la zona del pecho que dejaba al descubierto su incipiente barriga.
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