Su caso se suma a otros tres pacientes y la convierte en la cuarta persona en el mundo que logró erradicar la enfermedad. El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es una de las enfermedades que durante décadas se ha mantenido en el foco de la ciencia. Los especialistas han incorporado nuevos métodos para combatirlo, logrando en la mayoría de los casos, niveles de estabilidad en los pacientes. Sin embargo, la cura definitiva sigue siendo un gran reto para la medicina mundial.
Algunos tratamientos han logrado mantener la enfermedad al margen, al punto de que sea imperceptible en el organismo de personas contagiadas. A pesar de esto, las mismas metodologías no funcionan en todos los organismos. Esto ha dado paso a la implementación de distintos experimentos, en búsqueda de la erradicación definitiva. El caso de una mujer de Nueva York sorprendió al sector científico, al lograr que la enfermedad se catalogara como «no detectable» en su sistema. Aunque el estudio publicado no revela información de su identidad, afirman que es una paciente de mediana edad y raza mestiza. El procedimiento al que fue sometida formó parte de un tratamiento para tratar la leucemia, una patología adicional al VIH con la que estaba combatiendo.
Células madre
Para combatir un tipo de leucemia que padece, la paciente de Nueva York tuvo que ser sometida a un trasplante de médula ósea. Para ello utilizaron células madre de un familiar cercano, pero en esta oportunidad, lo que llamó la atención fue que las obtuvieron de un cordón umbilical. Lo habitual en estos casos es buscar un adulto compatible para obtener las células, pero de acuerdo a los estudios, la elección que hicieron para el caso pudo haber marcado la diferencia.
Luego del tratamiento, la mujer ha estado libre del VIH desde el 2017, por lo que a la fecha y sin ningún rastro del virus podría considerarse como una cura total.
El caso fue expuesto en el marco de un congreso médico en 2022 y finalmente, sus datos se plasmaron en la revista Cell este 16 de marzo. La publicación está encabezada por la Universidad de California (UCLA) y la Johns Hopkins. El equipo de investigadores que le dio seguimiento al caso, informó que se trata de un abordaje con resultados satisfactorios a largo plazo.
En ese sentido, lograron comprobar que el uso de células madre obtenidas de la sangre de un cordón umbilical, aumenta la posibilidad de curar el VIH en pacientes de cualquier origen racial.
«Con la sangre del cordón umbilical no se dispone de tantas células y tardan un poco más en poblar el organismo tras su infusión, pero usar una mezcla de células madre de un pariente y de sangre de cordón umbilical, da un empujón a las células de sangre de cordón umbilical”», explicó Yvonne Bryson, investigadora de UCLA y codirectora del estudio.
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